Página de la asignatura "Introducción a la Literatura española". Universidad de Castilla-La Mancha

Profesor Antonio Barnés.
Antonio.Barnes@uclm.es

sábado, 27 de marzo de 2010

La familia de Pascual Duarte


La estrategia narrativa de esta novela de Cela me recuerda al Lazarillo: el relato epistolar de la propia vida desventurada. Pero creo que el Lazarillo es más verosímil. La lengua de Pascual, pese a que incluye rasgos populares, no casa mucho con la formación, o más bien con la falta de formación que se le supone al personaje, y los diálogos que incluye en su diario, en mi opinión, hacen olvidar al autor y al lector que se trata de un relato epistolar...
Claro, Lázaro de Tormes es un pícaro, y Pascual Duarte es un criminal. Por eso Pascual Duarte tiene más afinidades con el protagonista de Crimen y Castigo. Pero Pascual no logra redimirse como Raskolnikov, aunque, curiosamente, ambos encuentran el amor -un nuevo amor en el caso de Pascual- al final de sus vidas. Aun así, Pascual matará salvajemente a su madre, lo que le arrastrará al garrote vil.
Hay un par de páginas magistrales, que son glosa del video meliora proboque deteriora sequor de Ovidio, es decir, de la tensión interior que experimenta el ser humano entre el bien y el mal, la claridad con que se ve el bien que se debe hacer y la debilidad de la voluntad para llevarlo a cabo.
Me quedo con el Lazarillo. Y prefiero también Crimen y castigo. El ser humano puede superar la necesidad del destino. No es solo un ser para la muerte. No es solo fomes peccati (inclinación al pecado).

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Dámaso Alonso

Cada obra literaria ( y cada obra de arte) es un espacio abierto en nuestra
imaginación, poblado allí para siempre, encendido allí para siempre, un día interior que luce en nuestra alma y que ya no se extinguirá sino con nuestra conciencia.

¡Que nada se interponga - si es posible - entre el lector y la obra!