Poema de Mío Cid

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De los sos ojos tan fuertemientre llorando
tornava la cabeça e estávalos catando,
vio puertas abiertas e uços sin cañados,
alcándaras vazías, sin pielles e sin mantos
e sin falcones e sin adtores mudados.
Sospiró mio Çid, ca mucho avié grandes cuidados,
fabló mio Çid bien e tan mesurado,
-Grado a ti, Señor, Padre que estás en alto,
esto me an buelto mios enemigos malos.-
Allí piensan de aguijar, allí sueltan las riendas,
a la exida de Bivar ovieron la corneja diestra
e entrando a Burgos oviéronla siniestra.
Meçió mio Çid los ombros e engrameó la tiesta,
-¡Albriçia, Álbar Fáñez, ca echados somos de tierra!-
Mio Çid Ruy Díaz por Burgos entrava,
en su conpaña sessaenta pendones,
exiénlo ver mugieres e varones,
burgeses e burgesas por las finiestras son,
plorando de los ojos, tanto avién el dolor,
de las sus bocas todos dizían una razón,
-¡Dios, qué buen vassallo, si oviesse buen señor!-
Conbidarle ien de grado, mas ninguno non osava,
el rey don Alfonso tanto avié la grand saña,
antes de la noche, en Burgos d'él entró su carta
con grand recabdo e fuertemientre sellada,
que a mio Çid Ruy Díaz que nadi nol' diessen posada,

El poema empieza in medias res, es decir, en medio de la historia. No cuenta quién es el Cid, ni su itinerario vital, sino el momento clave de la vida del héroe: su destierro. El destierro es un drama indecible para un ser un mano. Y lo han sufrido grandes escritores, como Ovidio y Dante. El recurso de comenzar in medias res es tan antiguo como Homero (siglo VIII a. C.) quien comenzó su Ilíada narrando la cólera de Aquiles, en medio de la guerra de Troya. Esta técnica podemos entenderla mejor si pensamos en los flashback cinematrográficos. Muchas películas comienzan en medio de una historia, no en su inicio y, después, medante flashback, se narran otros episodios del pasado. La expresión inmedias res la encontramos en el poeta latino Horacio, en su Ars poetica:

Omite el grande Homero cualquier superfluidad con tanto esmero que toda su atención la lleva el desenlace de la acción.

Tal vez también su habilidad suprema, en medio del poema, al lector entretiene con bellos episodios que previene; ni otros enlaza que enlazar pudiera,

sólo porque adornarlos bien no espera.

Puedes leer el ars poetica aquí.

Se nos muestra en este texto un héroe humano, sin caracteríaticas extraordinarias típica de la épica. El realismo del Poema del Cid es una característica no sólo de este texto, sino de toda la literatura española. Esto no significa que el poema sea una historia en verso. El Poema es una ficción literaria, que recrea la vida del Cid. Pero el enlace con la historia y el realismo es más acentuado que en otros poemas épicos.

Observamos la expresión fuerte de los sentimientos propia del hombre antiguo y medieval, sin mediaciones "políticamente correctas": tan fuertemientre llorando

Llama la atención cómo entendemos el texto casi completo 800 años después. El español, evidentemente, ha evolucionado, pero ya muestra su identidad esencial en este texto.